Este lunes 18 de agosto, los colombianos recuerdan a Luis Carlos Galán, quien fue asesinado hace 25 años, mientras hacía campaña rumbo a los comicios presidenciales de su país, que se realizarían en 1990.
Galán, entonces precandidato del Partido Liberal y favorito a los comicios internos de su tolda y de las elecciones presidenciales, fue asesinado en la plaza principal de Soacha, cerca de Bogotá.
Además de Galán, esa noche fueron asesinados su escolta Santiago Cuervo Jiménez y el exconcejal de Soacha Julio César Peñalosa Sánchez.
Previo a su precandidatura presidencial, Galán fue designado en 1969, por el entonces presidente colombiano Carlos Llera Restrepo, como miembro de la delegación colombiana a la Conferencia Mundial de Comercio y Desarrollo, en Nueva Delhi.
Luego se desempeñó como ministro de Educación (1970-1972) durante el Gobierno de Misael Pastrana.
Participó en las elecciones presidenciales de 1982, en representación de una facción del Partido Liberal denominada Nuevo Liberalismo. En esa oportunidad, en la que ganó Belisario Betancur, Galán quedó en tercer lugar.
Esperanza de cambio
Para muchos, este hombre representaba una esperanza de cambio para Colombia, sumergida en el narcoterrorismo y el terrorismo de Estado, que acabó con la vida de miles de jueces, policías, periodistas y dirigentes políticos.
“Luis Carlos (Galán) representó para Colombia una esperanza de cambio que se segó con su asesinato y que permanece expósito, pendiente de que alguien lo desarrolle”, dijo en una oportunidad, al diario colombiano El País, el exministro de Justicia Enrique Parejo González, uno de sus más cercanos colaboradores.
En sus alocuciones, Galán hablaba de lucha contra la corrupción, transparencia en la gestión pública, descentralización, e incluso de integración latinoamericana.
Retomó parte de la lucha de Jorge Eliécer Gaitán, asesinado en 1948, en favor de la reivindicación de los derechos de los trabajadores y en contra de la oligarquía colombiana.
Su discurso le ganó el desprecio de los carteles de la droga, paramilitares y la clase política tradicional colombiana.
Por el asesinato de Galán fue condenado a 24 años de prisión Alberto Santofimio, exministro de Justicia colombiano, y también precandidato del Partido Liberal a la presidencia colombiana.
De acuerdo a las investigaciones, Santofimio presuntamente pactó con el narcotraficante Pablo Escobar el homicidio de Galán.
Además, fue apresado y aún permanece detenido el general Miguel Alfredo Maza Márquez, entonces director del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS).
Tras el homicidio de Galán, César Gaviria, entonces jefe de campaña de Galán, se convirtió en su sucesor y triunfó en los comicios electorales que se celebraron el 27 de mayo de 1990.
Estado y paramilitarismo
Las elecciones presidenciales colombianas de 1990 se caracterizaron por un alto nivel de violencia. Además de Galán, fueron asesinados otros candidatos como Bernardo Jaramillo, de la Unión Patriótica (UP), a quien mataron el 22 de marzo de ese año en Bogotá.
Jaramillo había sustituido en la candidatura a Jaime Pardo Leal, quien había sedo asesinado en 1987, como parte del exterminio masivo promovida por la derecha colombiana contra la UP.
Además, el 26 de abril de 1990, a un mes de los comicios, fue asesinado Carlos Pizarro, candidato de la Alianza Democrática M-19, por las Autodefensas Unidas de Colombia.
Tomado de: http://www.avn.info.ve/

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