viernes, 21 de junio de 2013

Ministerio Público investigará si existe hecho punible en demanda civil de ex Alcalde Mayor contra Miguel Henrique Otero


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Expediente fue remitido por el Tribunal 21º en lo Civil y Mercantil del AMC 

La fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, informó que en horas del mediodía de este miércoles 19 de junio de 2013, el Ministerio Público recibió una solicitud del Tribunal 21º en lo Civil y Mercantil del Área Metropolitana de Caracas, el cual insta a investigar si en una demanda del ex alcalde mayor Alfredo Peña contra el editor del diario El Nacional Miguel Henrique Otero, existe un hecho punible.

Así lo expresó este jueves 20 de junio durante el programa En Sintonía con el Ministerio Público, en el que mencionó que respecto a este asunto el juez observó una presunta irregularidad en el caso que pudiera revestir carácter penal y, en consecuencia, decidió remitir las actuaciones al Ministerio Público, para lo cual se designó a la fiscal 51º nacional, Rochely Barboza.

A juicio de Ortega Díaz, la sentencia es bastante interesante, pues demandan un cobro de bolívares y el juez menciona que no puede convalidar un hecho que pudiera revestir carácter penal de acuerdo con el contenido de las actas del expediente.

En ese sentido, el referido Tribunal decidió remitir las actuaciones al Ministerio Público que actuó oportunamente con la designación de una fiscal nacional.

Aunque apenas la causa llegó al Ministerio Público, Ortega Díaz dijo que la fiscal comisionada practicará las labores de investigación a que haya lugar y los resultados de las mismas serán anunciados en su debido momento.

De esta manera, la máxima autoridad del Ministerio Público deja en claro que hasta este miércoles a la institución no había llegado ninguna causa que involucrara al ex alcalde mayor y a un representante de un medio de comunicación, tal cual se planteó públicamente.


¡No me callo, no estoy de acuerdo, pero no sé qué decir!

Turula y su lenguaje escatológico, que aclara, sin cloro, lo revolucionario

Por: Eligio Damas

             Turula, no está de acuerdo con nada. Dónde y con quién se encuentre, hace uso de su explosivo discurso:

            -“Esta vaina no camina; los pequeños y boliburgueses nos tienen a monte. Los reformistas se han cogido la revolución para ellos y no toman las medidas que la revolución demanda para derrotar definitivamente el control burgués sobre le economía y el Estado”.

           -“No entiendo como no hacen lo que deben si la vaina es tan fácil, basta recordar lo que dijo el caimacán aquél” y, después de decir o escribir lo anterior, se larga una cita que uno no sabe si es para la gripe o el dolor de muelas.

            Dice verdades, o manifiesta inconformidades que todo el mundo comparte y sabe porque son tan grandes que, desde allá lejos, donde el viento se devuelve y mi hermana va a comprar todo para ver a cuánta gente pueda y pasar más tiempo en la calle, se ven con claridad. Hasta la gente del gobierno se las sabe de memoria, sólo que una vaina piensa el burro y otra quien sobre él va montado. Sólo que Turula, los suyos y quienes fuera de su anillo de fuego dicen lo mismo, creen que más nadie se da cuenta y angustia. Pero insiste e insistirá, porque aparte que piensa que se la está comiendo, tiene la firme determinación de abrirse su espacio, camino expedito para llegar dónde, ¡jura por ésta!, se asegura a sí misma, debe estar.

            Le encanta a Turula repetir una, dos y hasta mil veces a la semana, como quien tiene al mundo agarrado por los cuernos, “el socialismo no se construye con las armas melladas del capitalismo”. Cada vez que dice eso, mira hacia los lados y, como los toreros en una tarde exitosa, a los tendidos, busca los aplausos y dice para sus adentros:

             -“Me la comí”.

             Pero Turula dice más, porque oye aquí, allá lee sus cosas misteriosas en papeles amarillentos, escritos en otras circunstancias,  espacios y halla en ellos, ¡milagros de su enorme capacidad imaginativa!, la respuesta a todo problema. Sólo que ella y sus allegados, por su enorme capacidad de discernimiento, no creen necesario concretar o traducir para los demás, sino que repiten, literalmente, lo que leen; está convencida que la frase anterior y estas otras, son suficientes para alumbrar el camino.

            De manera que, como para ella todo eso está claro, tal como lo ha demostrado; de lo que se trata es que quienes están en el poder son unos desclasados, vendidos, enemigos de la patria y la revolución y todo lo que se pueda decir en ese lenguaje escatológico que Turula usa en el manejo de las relaciones con los “aliados” y compañeros de farra. Porque eso sí, Turula y sus amigos son caballeros defensores de la unidad y nada tienen de apóstatas.

            Lo que uno lamenta es que ella y los suyos, no se hallan percatado que quienes están en el gobierno y unos cuantos que no, no vemos fácil el camino y lo que dicen los libros sólo son aproximaciones; es doloroso que no comprendan que lo que ellos saben, como lo dicen en lenguaje encriptado, para pensadores altos como ellos, los demás mortales de la revolución no sabemos a ciencia cierta ¿qué es lo que quiere el negro?

          Como uno lee su escribir u oye hablar misterioso, muy engolado y para pensadores más allá de la vulgaridad chavista, cree que ellos se comunican en clave y se mandan mensajes misteriosos. Hasta que tienen las soluciones para todos y todo, pero no están dispuestos a brindarlas a cambio de nada o a menos que a ellos les pongan el timón en la mano. Los balurdos, cuando hacen una crítica, la acompañan de una proposición concreta; eso es ordinario y nada original. Para Turula y los suyos, el abordar cualquier tema hay que buscar, como una aguja en un pajar, una oración de algún clásico o algo que se le parezca y lanzarla, caiga dónde y a quién, no importa. Si no tiene que ver con el problema mismo, menos porque eso sería una vulgaridad y además resolverles el problema a otros. ¡Cada quién que se moje si quiere pescar guaraguaras!

            Por eso, Turula no quiere nada con quienes mandan. Tampoco está de acuerdo con nada que no digan ellos. Menos con lo que hacen otros, porque eso sí, Turula y los suyos, no hacen nada porque eso es pragmatismo. Ni un paso atrás. Plomo parejo contra el gobernador y por mampuesto contra el presidente. Aunque a éste, Turula lo evade, no lo confronta, porque quién sabe, ¡llueve y escampa! A lo mejor alguien se da cuenta que Turula y los suyos tienen la cajita, no la de Pandora, eso sería muy cruel, pero sí donde se guardan las llaves que abre la puerta de Jauja.