Caracas, 25 Ene. - El Banco Central de Venezuela (BCV) destacó en un informe que existe una "paulatina tendencia a la desaceleración" del índice nacional de precios al consumidor (INPC), como se refleja al comparar las cifras de octubre (5,1%), noviembre (4,8%) y diciembre (2,2%) de 2013.
El instituto emisor resalta así el efecto de la ofensiva activada a finales del año pasado por el Gobierno, en respuesta a la guerra económica promovida por la derecha contra la revolución y con el fin de "detener los ataques especulativos que atentaban contra la estabilidad nacional".
En noviembre, el Ejecutivo activó unas fiscalizaciones intensas sobre los comercios para procurar precios justos, en defensa del salario del pueblo.
"Las iniciativas adoptadas permitieron detectar un proceso especulativo acentuado, así como un uso indebido de las divisas asignadas por la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi), ratificando la necesidad de fiscalización en establecimientos mayoristas y minoristas", indica el informe.
De hecho, señala que los estudios del BCV registraron grandes brechas entre los precios a los ciudadanos y los costos de los mayoristas, "que hace pertinente la revisión de la estructura de costos a fin de garantizar que los consumidores tengan acceso a los bienes a precios justos".
Agrega que las medidas aplicadas por el Ejecutivo Nacional tuvieron impacto "significativo e innegable" en cuatro de las 13 agrupaciones del INPC: equipamiento del hogar, esparcimiento y cultura, comunicaciones y transporte. El instituto visitó una muestra de 238 establecimientos y evidenció reducciones de precios que oscilaron entre 5% y 70%.
No obstante, admite que las principales medidas de intervención y fiscalización se focalizaron en rubros cuya ponderación en la canasta del INPC es relativamente modesta. Las agrupaciones con mayor peso dentro de la estructura del indicador son: alimentos y bebidas no alcohólicas (41,1%) a escala nacional; transporte (12,2%) y restaurantes y hoteles (11,5%). Todo ello representa 64,8% de la variable.
En total, la inflación varió el año pasado 56,2%, mayor al obtenido para 2012. El BCV señala que la enfermedad y el fallecimiento del líder de la revolución, Hugo Chávez, fueron aprovechados por sectores de la oposición política y algunos empresarios para agudizar artificialmente el deterioro de las variables económicas.
"Como ha sido usual en la historia venezolana, se conjugaron tensión política y desestabilización económica en la forma de una auténtica guerra económica en perjuicio del pueblo venezolano, con impactos significativos en los principales bienes y servicios de mayor consumo", analiza el instituto.
El detalle
La desaceleración del INPC a nivel global en diciembre se manifestó en 10 de las 13 agrupaciones que lo integran: Vestido y calzado, pasó de 4,2% a ‐0,4%; comunicaciones, de 0,4% a 0,1%; servicios de educación, de 0,9% a 0,5%; salud, de 2,4% a 0,9%; servicios de la vivienda, de 3,3% a 1,2%; bienes y servicios diversos, de 2,8% a 1,8%; esparcimiento y cultura, de 2,2% a 2%; alimentos y bebidas no alcohólicas, de 7,5% a 2,5%; bebidas alcohólicas y tabaco, de 5,5% a 3,8%; y restaurantes y hoteles, de 5,9% a 3,9%.
En el grupo transporte, la tasa de 2,1% fue igual a la del mes anterior. Las dos agrupaciones restantes registraron una tasa mayor en diciembre: Alquiler de vivienda, de 1,1% a 1,2% y equipamiento del hogar, de ‐1,1% a 0,8%.
De igual manera, en todas las regiones del estudio de la inflación hubo una menor variación en diciembre. Además, el indicador de escasez disminuyó de 23% a 22,2%, aunque sigue siendo alto, tal como se ubicó en dos períodos de tensión política reciente: en 2003, con el sabotaje petrolero de la derecha y en 2007, cuando se realizó el referendo constitucional.
Crecimiento
Sobre el crecimiento de la economía, el BCV ratifica lo expuesto por el presidente de la República, Nicolás Maduro, a finales de año: se estima que hubo un incremento del producto interno bruto (PIB) de 1,6% durante 2013, con lo que Venezuela suma tres años consecutivos de expansión de la actividad productiva.
Se registró un alza de 2,7% para el sector público y 1,5% al privado. Este comportamiento lo asocia el instituto a una mayor disponibilidad de materias primas e insumos y al impulso de las políticas de inclusión social.
También destaca que la expansión obedece al incremento de la demanda interna, particularmente los gastos de consumo privado y del gobierno, impulsados por el aumento de las remuneraciones de los trabajadores, así como por una mayor prestación de servicios del Gobierno, en áreas claves como salud y enseñanza.
El comportamiento de la actividad económica está soportado en los crecimientos de 2,1% y 1,1% en los valores agregados de los sectores no petrolero y petrolero. En este último, experimentaron un fuerte impulso las áreas de comunicaciones, servicios comunitarios, sociales y personales, así como la industria manufacturera, en especial alimentos.
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