Michoacán: una tierra caliente

Breve crónica

No ha terminado el primer mes del año y Michoacán ya es el territorio más conflictivo que se han visto en este país, por lo menos en unos 20 años. El enfrentamiento entre los grupos de autodefensas y narcotraficantes ha dejado muertos, heridos y sobre todo, un estado sin ley.

Nombres de desconocidos se han hecho famosos, términos como “Caballeros Templarios” ahora parecen estar en boca de todos aunque sin la absoluta certeza de poder decir quiénes o qué son. Hipólito Chávez y el doctor José Mireles, miembros líderes de las autodefensas de Michoacán, son hoy símbolo de valentía, junto a sus conciudadanos, que hartos de las opresiones extremas que sufrían por parte de la mafia, se han levantado en armas.

Ellos han hablado para la prensa (alternativa sobre todo) acerca de las circunstancias que cambiaron paulatinamente su tierra hasta convertirse en un infierno sin justicia.

Las calles de Parácuaro, Apatzingan, La Ruana, Tepalcatepec y Tierra Caliente, (por mencionar algunos de los más importantes pueblitos) estaban cundidas por miembros de la organización criminal conocida como Los Caballeros Templarios. Ellos tenían el control total del lugar. Pedían cuotas ridículamente altas a los comerciantes de arroz y otras especias, y solo para dejarlos seguir comerciando. Tributo por vivienda y tributo por locales, tiendas y cualquier otro tipo de negocio. Secuestros, extorsiones, violaciones y cercos a la población, con la que mantenían control de la misma eran el pan de cada día. El daño era general, desde el más rico hasta el más pobre padecía los estragos. Exceptuando a los socios del hampa, nadie estaba a salvo.

Hasta hoy la lucha lleva en pie unos once meses, y no se ve el momento en que vaya a terminarse, pues los grupos de autodefensa han soportado enormemente. Como lo dice el doctor Mireles: “…hemos durado más de lo que pensábamos…”

Personas de diferentes creencias y posturas políticas han permanecido unidas como un pueblo. Firme por convicción, luchando para recuperar sus derechos a una vida libre y digna. Las autodefensas están formadas por todo tipo de oficios: pescadores, albañiles, ordeñadores, campesinos, etc. La forma en que han subsistido resulta ser una de las preguntas más comunes, que se presta a malinterpretar e inferir las más notables teorías conspirativas. Pero en palabras del doctor Mireles, se dan mantenimiento ellos mismos, por cuenta propia, con su dinero que ganan como empresarios locales. Y es con ese dinero con el que apoyan a los miembros de sus grupos por cualquier pequeña necesidad que se suscite. Incluso él mismo afirma que ahora tienen mayores fondos dado que no dan tributo a ningún organismo criminal.

Lo que nadie puede evitar en un conflicto de esta índole son las bajas. Varios hombres de ambos bandos han fenecido entre los disparos. Pero el hecho es que los civiles hayan puesto en jaque a los miembros del crimen, de los cuales ya tienen una lista de los más buscados, es sin duda un acontecimiento histórico.

Tales sucesos son demasiado grandes para pasar por alto. En diversos medios ya se ha exhibido como los grupos de autodefensa han irrumpido y confiscado las casas de los hasta entonces intocables líderes de los Templarios. Diariamente salen notas que cuentan de asesinatos, balaceras y un enorme etcétera. Vicarios que dan misa con chaleco antibalas por temor a represalias, como el excéntrico Gregorio López, son también parte del panorama. Él mismo convocó a los medios para desacreditar a las autoridades y denunciar públicamente a los supuestos líderes y principales actores de los Templarios. Del mismo modo exhortó a los pobladores del estado a defenderse de los abusos sin esperar nada del gobierno, dada su ineficiencia.

Lo más reciente de este drama de guerrilla es la movilización del ejército mexicano, cuya participación es cuestionable, sobre todo tras las noticias que se han filtrado principalmente por internet, donde se habla de más enfrentamientos contra autodefensas y civiles, que contra Templarios. Otra de las grandes noticias fue cuando el doctor Mireles sufrió un accidente en una avioneta en la que se trasladaba, la cual tuvo una falla al momento de aterrizar. Hoy el doctor ha salido del hospital y es protegido por el estado mexicano.

Las noticias fluyen por todos lados, desde youtube hasta los noticiaros oficiales de la televisión. Existe confusión y contradicción, declaraciones fuertes y sorprendentes, y personajes que permanecen mudos. Lo que cada mexicano desee creer en su responsabilidad.

Lo más seguro es que el desenlace de este conflicto no termine bien, ni para la imagen del gobierno mexicano, ni para los organismos criminales y mucho menos para la ciudadanía del estado de Michoacán.

Tomado: http://www.coffeeandsaturday.com/