Por: Yael Vela
En los últimos días se concretó el ingreso del país bolivariano como miembro pleno del Mercosur, luego de intentos trabados desde Paraguay. Se trata de un hecho que tiende a fortalecer los lazos de integración de la región frente a los intentos segregacionistas promovidos desde EEUU con la Alianza del Pacífico.
Los miembros fundadores del bloque económico regional, comenzaron las tratativas en el 2006 para la incorporación de Venezuela, pero había sido Paraguay quien se opuso al ingreso.
Luego, con el Golpe de Estado Parlamentario al presidente Fernando Lugo, el gobierno golpista de Federico Franco declaró "persona no grata" al entonces canciller Nicolás Maduro, rompiendo relaciones con Venezuela, argumentando que se trataba de un patotero de un gobierno autoritario, el mismo gobierno que ganó más de una decena de elecciones consecutivas por medio de las urnas.
Con el golpe de estado, el resto de los miembros plenos del Mercosur suspendieron a Paraguay hasta el restablecimiento democrático. Lo propio hicieron los bloques de UNASUR y CELAC.
De la integración al separatismo
En los últimos años se venía acrecentando el proceso de integración regional, impulsado fundamentalmente por el gobierno de Hugo Chávez, y que se tradujo en la creación, además de Mercosur, de UNASUR y la CELAC, este último con la incorporación de Cuba y sin la participación de EEUU y Canadá.
Pero la crisis en el seno del sistema financiero internacional no restó peso a la intromisión de EEUU o Gran Bretaña en nuestra región.
Así, desde los sectores opositores paraguayos, adictos a la embajada norteamericana, llevaron a cabo el golpe de estado contra Lugo que había enfrentado a los terratenientes aliados a Monsanto en tierras guaraníes. Y "casualmente", la embajada británica abrió nuevamente su sede durante el gobierno de Franco.
"El Estado venezolano de tener políticas que nos permitan obtener y profundizar objetivos en áreas políticas, productivas y comerciales", indicó Rodrigo Cabezas, presidente del Parlamento Latinoamericano, Parlatino.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, dijo durante la II Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y Petrocaribe, que la región demanda mayor fortaleza económica y financiera.
Aseguró que esto es posible, gracias al común denominador de todos los Gobiernos que es el principio de la solidaridad, complementariedad, el comercio justo y la soberanía.
Por su parte, Solíz Rada indicó que la región tuvo "un punto de inflexión muy importante con el Mercosur, que se continúa con la Unasur, el ALBA y la CELAC". Mencionó, en ese sentido, esa "recordada reunión: la cumbre de Mar del Plata en 2005, que logró frenar el ALCA" como un momento "extraordinario de las fuerzas de la patria grande".
La Alianza del Pacífico
Rafael Correa, presidente ecuatoriano, sostiene que Latinoamérica está viviendo una etapa de "desaceleración integracionista" y que en cambio está surgiendo una "restauración conservadora" cuya abanderada es la Alianza del Pacífico –comunidad comercial que conforman Chile, Colombia, Perú y México. "También hay países que no han tenido la misma ambición de integración. Tratan de hacer grandes mercados y no grandes sociedades, tratando de hacer consumidores y no ciudadanos. Y esa es la perspectiva de la Alianza del Pacífico".
En un sentido concordante, Solíz Rada alertó que se "necesita avanzar como región en los espacios económicos con valor estratégico", y advirtió que hubo "en los últimos meses una suerte de estancamiento, que tiene un punto que coincide con la muerte de Chávez".
Ese "estancamiento", según Rada, está relacionado con la decisión política de no tocar desde la región "las articulaciones del poder mundial, que no es sólo la banca internacional, sino también el petróleo, la minería, los paraísos fiscales, el narcotráfico".
}En declaraciones más contundentes aún, el presidente boliviano Evo Morales emplazó a Michelle Bachelet a definir si está a favor de un tratado de libre comercio que beneficiará a las grandes multinacionales capitalistas , agregando que si "sigue en la Alianza del Pacífico, donde están los gobiernos pro imperialistas y pro capitalistas, no la voy a entender, ni la voy a aceptar, porque una de sus tareas, una de las propuestas de la Alianza del Pacífico, es privatizar los servicios básicos".
De esta manera, observamos cómo la Alianza del Pacífico promovida por EEUU, no es más que un intento de detener el proceso de integración de nuestra región.
La importancia del ingreso de Venezuela
Con la aprobación por parte del Parlamento paraguayo, luego de haber sido levantada la suspensión tras la restauración democrática en el gobierno de Cartes, culmina el ingreso de Venezuela como miembro pleno del Mercosur. Obviamente, la bancada del Partido Liberal Radical Auténtico, de Franco, se levantó al momento de la votación, en clara oposición.
Con esta última incorporación, el Mercosur pasa a contar con una población superior a los 270 millones de personas, equivalentes al 70% del total de Sudamérica, con un PBI de 3,32 billones de dólares (el 83% de la región), lo que lo pone en condiciones de poder favorables en un mundo multipolar cuyo centro financiero está en crisis y cuyos "manotazos" hacia la región ponen en jaque nuestros intereses, nuestros recursos y nuestra renta.
Implica un combate contra los aliados locales de la rosca financiera internacional que sostienen a los formadores de precios en Argentina, pero también en Venezuela, que promueven el endeudamiento y la defensa de los fondos buitres, o los grandes medios oligopólicos de comunicación que pretenden imponer la lógica financiera por sobre la del aparato productivo industrial, por el que sí bregan desde el Mercosur por ejemplo, y que encuentra en este último, como en UNASUR o CELAC la imperiosa necesidad de retomar los postulados de la Patria Grande de San Martín y Bolívar.

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