
Jorge Antonio Rodríguez (padre) fue asesinado el 25 de julio de 1976. Perdió la vida por las múltiples lesiones que le provocó una brutal paliza, propinada por funcionarios de la policía política (la extinta Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención), durante el gobierno del entonces presidente Carlos Andrés Pérez.
Cuando la policía política se percató del asesinato, intentaron ocultarla con una información divulgada sobre un supuesto infarto. El ministro de Relaciones Interiores de entonces, Octavio Lepage, se prestó para esa mentira, la cual fue desmentida tras los exámenes forense en los que se revelaron que la descomunal paliza (que le desprendió su hígado) había sido la causa.
“De abajo vienen los golpes/ y de arriba la instrucción./ También se supo que a golpes/ le abrieron el corazón/ y ese corazón abierto/ es nuestra mejor escuela/ en él se aprende la historia/ la historia de Venezuela/”. Bien resume Gloria Martí lo ocurrido con Rodríguez, en una canción compuesta a este luchador y la cual fue entonada este viernes en el Cementerio General del Sur, en Caracas, donde hace 38 fue sembrado el líder socialista.
En el lugar se le rindió homenaje a Rodríguez (padre). En el acto estuvieron, además de sus dos hijos -Jorge y Delcy- y demás familiares, el vicepresidente de la República, Jorge Arreaza, quien señaló que la llamarada revolucionaria de Jorge Antonio se "sigue llevando en los corazones" del pueblo y que "jamás se extinguirá".
"Esa llama que encendió (el Libertador Simón) Bolívar, que encendió (Ezequiel) Zamora, que encendió Jorge Rodríguez y que llevaba el comandante Hugo Chávez, esa llama jamás se extinguirá. Nunca será extinguida esa llama porque nosotros garantizaremos la construcción del socialismo bolivariano", dijo, al finalizar su intervención, la cual estuvo precedida por la nieta de Jorge Rodríguez, Lucía.
Asimismo, mencionó que este luchador fue "un organizador, un hacedor de pueblo, un reconstituyente del pueblo", motivo por el cual -agregó el vicepresidente Ejecutivo- las cúpulas de poder de la época lo atacaron, en detrimento del bienestar del pueblo.
"Por eso la burguesía lo identificó inmediatamente, y dijo: 'Cuidado, que éste viene a reconstituir al pueblo; cuidado que éste quiere reorganizar al pueblo, está sembrando conciencia y eso para nosotros es la amenaza fundamental'. Por eso fueron por él, como fueron por el resto de los compañeros", acotó.
En este punto, Arreaza reflexionó sobre el poder popular y su capacidad organizativa, pues "en la ausencia de organización, la oligarquía se va alimentando".
"Antes de la Revolución Bolivariana no éramos pueblo, era un reguero", expresó el vicepresidente.
Subversivos frente a la oligarquía
De igual forma, el vicepresidente dijo que no hay posibilidad alguna de construir el socialismo si no se es subversivo ante la continua arremetida y persecución de la oligarquía, que pretende acabar con la conciencia del pueblo y sus logros alcanzados en revolución.
"No hay posibilidades de construir el socialismo sin ser subversivos", manifestó Arreaza y agregó que en los momentos de crisis del capitalismo la oligarquía apátrida nacional y el imperialismo internacional sacan sus garras para acabar con las ideas humanistas, con las libertades de los pueblos soberanos y con los logros alcanzados, por ejemplo, en la Revolución Bolivariana, que inició y consolidó el comandante Hugo Chávez y que hoy continúa defendiendo y profundizando el presidente de la República, Nicolás Maduro.
"Los subversivos somos nosotros. Ellos (oposición) no son los subversivos. Ellos son los que quieren reconstituir y retrogradar y volver a la situación en la cual los concentradores del poder y los burgueses generan la opresión. Nosotros somos los subversivos. El comandante Chávez fue el mayor de los subversivos, y Jorge (Rodríguez padre) nos decía que no hay posibilidad de construir el socialismo sin ser subversivo. Siempre tenemos que ser subversivos. El presidente Maduro es un subversivo", expresó Arreaza en la ceremonia.
En ese sentido, instó al pueblo venezolano a continuar la lucha con el presidente de la República, Nicolás Maduro, y a seguir trabajando por el fortalecimiento de la Revolución Bolivariana y el bienestar de la nación.
"El límite es la victoria"
"Jorge Rodríguez fue una de las víctimas de la cuarta República, fue uno de esos crímenes (cometidos contra quienes) tenían una visión de transformar al país del sistema perverso", dijo Nelsón González, uno de los asistentes al homenaje que se le rinde al luchador socialista en el Cementerio General Sur, en Caracas.
"El legado que nos dejó fue que el único límite antes la lucha por construir el socialismo es la victoria. Hacia allá vamos", dijo Melqueades Centeno, al recordar las palabras del líder socialista.
"Seamos consecuentes con nuestro grito de combate: el socialismo se cuonquista peleando!. No desmayemos ni un minuto en esta pelea que como límite la victoria o la muerte", subrayó Jorge Rodríguez en una oportunidad, lo que se convirtió en el lema para la Liga Socialista, organización de la que fue fundador y en la que lo acompañó Fernando Soto Rojas, entre otros revolucionarios.
En ese sentido, David Nieves, amigo y compañero de lucha de Jorge Antonio Rodríguez, mencionó que hoy el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) "es parte valiosa" de esa organización, fundada el 19 de noviembre de 1973.
"El Psuv es un compromiso con el pueblo y la unidad de otros partidos políticos. Por eso nosotros (los que conformaron la Liga Socialista) nos creemos orgullosamente integrantes de ese Psuv, el cual amamos y lo seguiremos amando como amamos a la Liga Socialista", recalcó.
Asimismo, dijo: "Nos quedaremos aquí peleando hasta vencer, seguiremos llevando esta militancia hermosa (...) Con fervorosa militancia seguiremos cargando con ella, de arriba a abajo, de norte a sur, de este a oeste (...) divulgando siempre su pensamiento, difundiendo el amor que el comandante (Hugo Chávez) dejó en todos nosotros, que comenzó con su familia y terminó como un pueblo", agregó Nieves.
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