por Arianne Cuárez
La creación literaria de Mario Benedetti, poeta, ensayista, novelista y crítico de las artes, estuvo marcada por una influencia social que absorbió desde los primeros años de su vida y parte de su adolescencia, en Uruguay, su ciudad natal.
Cuando periodistas y escritores interesados en su obra le preguntaban cómo había transcurrido su infancia, Benedetti aseguraba que no habían sido tiempos fáciles, pues a la edad de 14 años, por dificultades económicas, tuvo que suspender sus estudios para trabajar en una empresa de repuestos para automóviles y así llevar dinero al hogar.
Fue en estos primeros años de su vida cuando el escritor —quien nació en septiembre de 1920 en la ciudad uruguaya de Paso de los Toros— conoció las desventuras de los trabajadores de aquellos años, quienes se exponían al maltrato laboral por parte de sus patronos, con muy pocas oportunidades de mejorar su calidad de vida. Este hecho marcó su trabajo literario, que a los pocos años comenzó a emprender como un militante de las letras, un militante apegado a los derechos del pueblo y su liberación.
Su pensamiento político de izquierda fue un factor predominante en cada labor que emprendió, ya sea en oficios comunes como taquígrafo o gerente de una inmobiliaria, como en aquellos momentos en los que, poseído por su pasión hacia el periodismo, estuvo al frente de la dirección de diferentes publicaciones de su país, entre ellas el semanario Marcha, en 1945, que reseñaba artículos sobre la dictadura uruguaya, el derecho, la información y la libertad de prensa, convirtiéndose como una ventana para la expresión de los sectores más ignorados. También en ese año aparece el primer libro de poemas de Benedetti titulado La víspera indeleble.
Otra acción que Benedetti emprendió como militante por la libertad de los pueblos, sucedió en 1950, cuando se opuso al tratado militar de los Estados Unidos, al tiempo que publicaba su primera compilación de cuentosEsta mañana. Su posición antiimperialista influenció la creación de obras posteriores como Quién de nosotros (1953) y Poemas de la oficina, publicado en 1956.
En 1971 el escritor fundó el Movimiento de Independientes 26 de marzo, partido político influenciado por el pensamiento marxista-leninista, que desarrolló un plan en apoyo al movimiento socialista Frente Amplio, firme opositor de la dictadura y acciones represivas que sometieron al pueblo uruguayo.
Además de su labor como militante y pensador político, Benedetti hizo de las artes su más fuerte instrumento para dirigirse al pueblo y consolidarse como uno de los más importantes creadores de su época, por ello no descartó la posibilidad de incursionar en áreas como la crítica teatral, de cine, y el humorismo como vía para la manifestación del pensamiento, áreas en las que destacó con grandes méritos.
También publicó una serie de obras tales como La vecina orilla (1977);Geografías (1984); Recuerdos olvidados (1988); entre otras más.
Reconocimiento del Gobierno venezolano
La creación de Benedetti fue ovacionada y reconocida por diferentes organizaciones e instituciones de diferentes países del mundo. Su obra también formó parte de la biblioteca personal del comandante Hugo Chávez, quien en distintas ocasiones compartió con el pueblo extracto de poemas y reflexiones del escritor uruguayo.
En diciembre de 2007, en Montevideo, el comandante le entregó a Benedetti la condecoración Francisco de Miranda, en reconocimiento al amplio aporte que el escritor ejerció por la educación, el desarrollo de la ciencia, y el progreso de los pueblos que por diferentes medidas políticas y comerciales han sido oprimidos.
“Benedetti es uno de esos hombres indispensables. Sigamos su ejemplo, luchemos toda la vida”, expresó Chávez durante el encuentro que sostuvo con el escritor, en aquella oportunidad.
El 17 de mayo de 2009, a la edad de 88 años, Benedetti murió en su hogar de Montevideo mientras descansaba. Aunque su cuerpo se despidió de este mundo, sus letras son como un tesoro que hoy guardan generaciones marcadas por su pensamiento, y su voz recitando poemas, quedó grabada para el deleite de sus seguidores.
Sus restos descansan en el Panteón Nacional de Uruguay.
Tomado de: http://www.avn.info.ve/cultura
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