“Nadie puede realmente entender
lo que nosotros sufrimos.”
Moath al-Alwi
lo que nosotros sufrimos.”
Moath al-Alwi
Por encima de la cerca electrificada que rodea la cárcel de Guantánamo, voló como alondra herida, la carta de denuncia escrita por un hombre físicamente convertido en piltrafa humana, pero moralmente con estatura de gigante, por resistir con dignidad y valentía, junto con sus compañeros de prisión, el dolor de las torturas y la humillación de los vejámenes que sufren diariamente a manos de sus carceleros.
La escribió Moath al-Alwi, uno de los primeros prisioneros en llegar hace 12 años a ese infierno al que EEUU convirtió a aquel paraíso tropical que arrebató a Cuba hace poco más de un siglo para convertirlo en un poderoso enclave colonial y militar donde existe un campo de concentración donde una horda de verdugos desalmados violan los más elementales DDHH de sus víctimas.
Allì viven, en un limbo jurídico propiciado por el gobierno, para impedir que sean juzgados y así poder mantener encerrados indefinidamente los últimos sobrevivientes de la legión de presos procedentes de Afganistán, Yemen, Irak, otros países de Medio Oriente y Europa, capturados, la mayoría ilegal e injustamente por el ejército, agentes de la CIA y sus títeres del viejo continente.
Nadie, absolutamente nadie, como asegura Moath en su carta, entiende verdaderamente su sufrimiento, tan inmenso, que algunos de ellos, incapaces de seguir soportándolo y no tener otra salida, en su desesperación, escaparon por la puerta del suicidio, mientras que otros como él, resisten todavía, enfrentándolo con las únicas armas que poseen, la dignidad y valentía a través de una huelga de hambre.
Seres cuyas madres , padres hijos y esposas, como dice en su carta al-Alwi, si llegasen a verlos como lucen hoy, desfigurados por el hambre, las torturas, el prolongado y solitario encierro, no los reconocerían. Hombres que allí no tienen nombre, ya que no son más que un número,asignado por sus carceleros.
Despojos humanos que a duras penas caminan, vistiendo sus uniformes color naranja, atados con cadenas que a cada paso que dan laceran sus muñecas y tobillos mientras sus captores ríen a veces burlándose de su modo de andar como pingüinos.
“Escribo esta carta, como escribí la última, -destaca en uno de sus párrafos la misiva- entre ataques de violentos vómito y los agudos dolores en mi estómago, provocados por la última sesión de alimentación forzada, (“Force-feeding”) que recibí esta mañana.”
La última carta a la cual hace mención al Alwi no traspasó la cerca ni fue leída por el mundo, al que estaba dirigida, porque habría sido interceptada e incautada por sus carceleros, que apenas le permiten a los cautivos como él en huelga de hambre, respirar el aire puro y ver la luz del sol pocos minutos a la semana, ya que viven encerrados en oscuras mini celdas en “confinamiento solitario.”
Mejor suerte corrió ésta, escrita el 14 de marzo que puso al descubierto el submundo de horror en el que viven inmersas esas criaturas sometidas a maltratos físicos y psicológicos por verdaderos monstrous que no merecen ser considerados humanos, por la crueldad y saña con que castigan a sus indefensas víctimas para depojarlas de lo único que no pueden, su dignidad y valentía
Moath denuncia en su misiva, que el coronel Bogdan, alcaide de la prisión, ha instituido prácticas como requisas rigurosas y tan humillantes como el decomiso del sagrado libro del Corán a los detenidos, todo ello, -afirma- “con la bendición del presidente Obama”, el mismo que como candidato a la presidencia engañó al pueblo de EEUU, prometiéndole “cerrar la cárcel de Guantánamo.”
Un mandatario, que junto con John Kerry, secretario de Estado yanqui y sacerdote de la secta satánica Skull & Bones, carecen de autoridad moral, como lo hicieron, para acusar al gobierno bolivariano y a su presidente, Nicolás Maduro de “adelantar una campaña de terror contra su propio pueblo” y amenazarlo “con imponerle sanciones, lo mismo que a otros funcionarios.”
¿Cómo podría tenerla, si son los gobiernos de EEUU, como hoy lo hace el de Barack Obama con un grupo de indefensos prisioneros en Guantánamo, los que han aterrorizado, masacrado y violado impunemente durante más de dos siglos, no solo los DDHH de su propio pueblo, sino también a los de resto de los del planeta con sus guerras de conquista que han dejado millones de muertos?
Y es que lo que Obama y Kerry persiguen con sus amenazas contra Venezuela, es alentar a las alicaídas y fracasadas legiones de los apátridas de la oposición golpista criolla que hace poco más de un mes desataron una nueva acción desestabilizadora contra la Revolución Bolivariana en el marco del golpe de Estado continuado que Washington les ordenó lanzar hace 15 años.
Lo que no sabían los dirigentes opositores, modernos Judas que por su sucio trabajo cobran millones de dólares, parte de los cuales utilizan para pagar francotiradores, mercenarios y sicarios que no solo asesinan guardias nacionales, policías y chavistas, sino también a su propia gente, para culpar de ello al gobierno, que enfrentaban a un presidente y a un pueblo, fieles seguidores de legado de Chávez.
Que luchan contra ellos y su amo, de la mano de la Fuerza Armada Bolivariana con las armas de la ley la razón en defensa de la institucionalidad que ellos pretenden socavar con la violencia de sus marchas violentas mal disfrazadas de pacíficas, sus guarimbas
incendiarias y barricadas sobre las que colocan guayas asesinas.
Que no están solos, como Moath al-Alwi el autor de la carta que puso al descubierto toda la crueldad y saña con que los verdugos yanquis que descargan toda la furia de sus sádicos instintos de bestias salvajes contra él y sus indefensos compañeros prisioneros
de Guantánamo, porque, a diferencia de ellos, les acompañan los pueblos y gobiernos de la Patria Grande y del resto del mundo.
Son miles de millones de hombres y mujeres representados por comunidades y organismos hemisféricos y regionales como Celac, Oea, Alba, Unasur, Mercosur, Petrocaribe entre otros, y de países como China, Rusia, Irán, Bielorrusia, por nombrar solo algunos, los que han expresado su solidaridad con la Patria de Bolívar ante las amenazas provenientes del Imperio, a través de Obama y Kerry.
Que Maduro respondería con la dignidad, sinceridad y claridad que le caracterizan, a las insolentes e injerencistas declaraciones de presidente y el secretario de Estado yanquis, diciéndoles que “no tienen idea de la fuerza volcánica de nuestro pueblo, y de la union cívico-militar con que está cohesionado.”
“Yo llamo al gobierno de EEUU, -dijo a manera de advertencia- están llevando al presidente Obama a un abismo, y se va a esstrellar contra Venezuela y va a terminar de aislarse de toda América Latina y el Caribe”.
Es lo que en la realidad ya está sucediendo, con las firmes y unánimes declaraciones de solidaridad y apoyo al gobierno bolivariano y revolucionario de Venezuela, que nombre de todos los pueblos que representan, han hecho organizaciones regionales como Alba y Unasur y la Celac,.
Preciso es recordar que la Celac agrupa a todos los países del continente, con excepción de Canadá y especialmente de EEUU, secular enemigo de la unidad de la región, la que invadió y saqueó durante más de un siglo; que destruyó el sueño integrador de Bolívar, mas no pudo impedir que éste se hiciera realidad bajo el impulso e iniciativa de Chávez.
Y mientras el Imperio y sus cachorro se lamen las heridas del fracaso en Venezuela, un rayo de esperanza ilumina la oscura celda de al-Alwi, pensando que alguien con poder pueda leer su carta y liberarlo junto con sus compañeros de Guantánamo, Paraíso tropical que el Impero convirtió en un infierno al que arrojó a miles de hombres que llama terroristas por luchar por la libertad de sus patrias.
Tomado de: http://www.avn.info.ve/
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