Narcópolis

Por: Jesús Antonio Navarro

Caminerías de papel celofán pisados con suelas diseño Carolina Herrera, casi humanos, vestidos de verde y blanco como el que le hace honor a la corrupción y al crimen.

La Narcópolis es un diseño distinto de ciudad, ameritada por la narcopolítica. Lugar previamente diseñado en miniatura desde el Internado de La Picota, en una clara demostración de que el ocio puede ser exterminado y los billetes verdes erigir al hombre. Más allá del bien y del mal; bueno es aclarar, Narcópolis es una ciudad exclusiva con su propio gobierno que será electo entre los miembros mafiosos de los partidos de derecha: Fedecámaras y Consecomercio; participantes del golpe de estado contra el comandante Hugo Chávez y el pueblo venezolano, aquel fatídico 11 de abril de 2002.

Bordeadas de grandes alamedas con frondosos árboles de amapolas, quienes por allí paseen habrán descubierto los milagros de la socialdemocracia, sus ágoras y parques y avenidas, llevarán nombres de políticos y expolicías archiconocidos por ejemplo avenida López Sisco. En Narcópolis, la seguridad romperá con el esquema de la defensa de los derechos humanos que algunos trasnochados han querido imponer. Ésta será más al estilo de una guardia pretoriana y estará bajo la pupila de expertos motosierristas desmovilizados de las autodefensas entrenados en la hacienda Daktari. Éste ejército de “nobles hombres” será bautizado con el nombre de Águilas Negras.

En Narcópolis podrán andar a sus anchas diputados de la MUD; allí tendrán su sede todos los partidos que la conforman, la prensa antichavista, la banca privada, casas de cambios, inmobiliarias y todo aquel que se procure alguna canonjía.

Tomado de http://www.aporrea.org