
Cuartel General de Huancayo,
A 20 de octubre de 1824
Señora doña Manuela Saénz
Apreciada Manuelita:
Al recibir la carta del 10, de letra de Sucre, no tuve más que sorprenderme por tu audacia, en que mi orden, de que te conservaras al margen de cualquier encuentro peligroso con el enemigo, no fuera cumplida; a más que tu desoída conducta, halaga y ennoblece la gloria del ejercito colombiano, para el bien de la patria y como ejemplo de la belleza, imponiéndose majestuosamente sobre los Andes. Mi estrategia de dio la consabida razón de que tú serás útil allí; mientras que yo recojo orgulloso para mi corazón, el estandarte de tu arrojo, para nombrarte como se me pide: Coronela del ejército colombiano
Tuyo,
Bolivar
Adición: Viva la patria, Viva Sucre, Viva Manuela, Viva Ayacucho! ¡Qué es la apoteosis de la República ¡
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